LO ACEPTO Y TE DEJO PARTIR

Te dejo partir

Me imagino tu cuerpo, el cuerpo que sentí, que goce.
Se descompone…
la piel que acaricie desaparece, dando paso a los gusanos que sacian sus ansias.
Tu cuerpo ya no es más que una masa de piel, huesos sin movimiento.
La ropa con que te vistieron, hoy esta vacía.
Tus pantalones, ya no visten tus fuertes piernas.
Tus labios, ya no dibujan más tu sonrisa…esa sonrisa que recuerdo, que veo en tu fotografía.
Tu voz ya no existe más que en mi pensamiento.
Tú aroma, solo lo recuerda mi mente, mi subconsciente.

Si dejo de pensar en ti, tengo miedo de perderte, de dejarte y nunca más sentirte cerca de mí.
No entiendo la vida y mucho menos la muerte…tu muerte.
El frio inunda tu cuerpo, y invade mi alma, el vacio está en que ya no respires, que ya no me llames por teléfono y en que ya no estés.
Extrañare tu voz, tus besos tus masajes, tus manos, los encuentros fortuitos, los momentos casuales.

Lastima que el veneno más letal que representa la falta de palabras, hoy inunde tu boca, un silencio, triste y lúgubre.
Lastima que la noche fría, y la fría muerte, que poco a poco tomo tú cuerpo, hoy nos separe la piel.

Pienso que al pensar tanto en ti, te tengo atado a este mundo, o al menos a mi mundo, a mi historia a la parte en que tú actuabas en ella.

Juntos la pasábamos genial, después días venían y no sabia nada de ti, luego aparecerías sin que te llamara y endulzabas mi vida, mi felicidad.
Ahora pienso que ya no aparecerás, aunque espere tu llamada, ya no estas en este mundo.
Tu ya eres algo espiritual, algo que trasciende el entendimiento humano, de mi entendimiento.
Pocos minutos del día, no pienso en ti, en tu muerte, en tu ausencia.
Con mi corazón y mente, te ato a este mundo, a mi pensamiento, a mi ser, pero acepto este hecho y debo aceptar.

Ahora vuela alto, te dejo partir donde Dios, el ser que están grande, más grande de lo que puedo entender.
Hasta pronto, no se cuando, pero de seguro allá, cuando ya no exista en mi cuerpo, te encontraré.