Serena te siento mi princesita
y pensar que es sueño de día claro,
tu piel derretida al calor de la mía
y aún así, , tener la conciencia
de la mirada lejana
que dice: no es cierto.
Sabe, princesita callada,
vuelas y palpitas como si fueses carne,
como si lograras amar o de pronto llorar
¿ Cómo decirte entonces ?, sin rajarme el alma,
que eres verso de poeta interno,
con mi mano en la suya y tu en palabras.
ESTE POEMA LO ESCRIBIO UN AMIGO MUY ESPECIAL, Y YO NO PUDE RESISTIR EL SUBIRLO AL BLOG.
GRACIAS JOSÉ.
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